Se dice que en promedio las personas tardamos casi seis meses en superar una ruptura amorosa, aunque todos sabemos que hay a quienes les comienza a dejar de importar solo un par de semanas después o siguen clavados, así pasen y pasen los años. Es probable que los recuerdos sean imposibles de borrar y que a toda costa busques la manera de ocultarlos y evitar que salgan a flote, sobre todo cuando ya estás en otra relación. Y sí, a veces Facebook lo hace insoportablemente difícil… Felicidades al que se le ocurrió restregarte con notificaciones lo que estabas haciendo y con quién lo estabas haciendo el año pasado. ¡Idiota!
Pero suponiendo que el dolor se vaya con el paso del tiempo, no cabe duda que los exnovios continúan siendo un dolor de cabeza incluso para tus nuevas parejas, a causa de la inseguridad que les representa saber que antes hubo alguien cuidando de tu corazón. Y aunque dicen que lo que no fue en tu año no hace daño, ¿qué pensarías si los hijos que tuvieras con tu nueva e increíble pareja tuvieran la cara de tu examante?
Un recordatorio de quien te rompió el corazón
Y antes de que te estreses, no se trata de que alguno de los dos vaya a ser infiel; simplemente, una mujer y su misterioso cuerpo jamás serán entendidos del todo, así que la ciencia nos advierte las altas probabilidades de que esto ocurra para que vayamos preparando el terreno con nuestras respectivas parejas.
¿Qué culpa tiene el progenitor?
Recientes estudios australianos avalan la notable probabilidad que tiene la descendencia de una mujer al heredar rasgos físicos de un padre distinto, ya que hay antiguos ácidos de esperma prevalecientes en el cuerpo femenino, con alto porcentaje de material genético que termina por infiltrarse y mezclarse con la nueva semilla del futuro y verdadero padre.
¡Así que elige bien!
Cuando el ADN que se transmite por contacto sexual no se utiliza puede ser absorbido por la fémina, aumentando aún más las probabilidades de que el fenómeno ocurra.
Parecido por imitación
También existe una remota posibilidad de que al pasar tanto tiempo con un antiguo amor, las futuras embarazadas hayan adquirido marcados gestos que modifiquen sus facciones al grado de terminar por parecerse a sus exnovios. Así que no hay por qué extrañarse si tus hijos tienen similitudes con el innombrable varón que te rompió el corazón. ¡A lo mejor solo hacen las mismas muecas!