La sociedad moderna tiene reglas que la mayoría seguimos para no convertirla en una jungla salvaje. Una de estas reglas es respetar los sitios donde debemos estacionarnos. Pero hay personas desconsideradas a las que no les importa y se estacionan como si fueran brutos. Es entonces cuando el juego comienza y la venganza se vuelve más dulce que la miel, como en estos casos.