Cuando alguien es especial para la comida basta el menor indicio para no dar un bocado más, y es que se desarrollan ciertas habilidades porque realmente nada satisface al paladar y aunque se trate de ser específico pocos comprenden lo difícil de ser quisquilloso y tratar de adaptarse a los estándares de los demás.
Los melindrosos de la comida sí que han aprendido a dominar las artes para comerla. Te identificas con alguna de las siguientes 11 anécdotas, comparte con nosotros tu experiencia.
1. Separar ese ingrediente de la comida llega a convertirse en un arte
2. Ante todo la educación de herir susceptibilidades
3. Saben de memoria los ingredientes exactos que debe llevar su hamburguesa
Aunque en la mayoría de las ocasiones se falle en el intento.
4. Pueden reservar lo que no les gusta…. hasta el final
5. Pocos lugares pueden complacer el paladar de un quisquilloso
Por lo que es mejor pedir lo mismo de siempre para no fallar.
6. La comida no se mezcla entre sí, es una regla FUNDAMENTAL
7. Aunque eso implique realizar medidas extremas
8. Las especificaciones son literales
9. Se puede comer alrededor de lo que NO les gusta
Pero también en el fondo lamentan el desperdicio de comida.
10. Después que su paladar solo tolera ciertos alimentos
Pueden comerlo durante semanas, claro con algunas variantes.
11. No importa que se vea muy atractiva si no se ven sus ingredientes
¡…Ups! Se tendrá que diseccionar.