El crecer en una ciudad chica es lo mejor del mundo, pues nos evitamos mucho estrés que en una ciudad grande y ajetreada no hay manera de evitar, al contrario, aprendes a vivir con ese estrés. Pero, si bien es cierto que hay muchas ventajas de crecer en una ciudad chica, también es cierto que tiene muchas desventajas y son cosas que de pronto se vuelven hasta bizarras.
Por ejemplo que tu maestra de español que te volvió loca durante secundaria y prepa también haya vuelto loco a tu papá en sus tiempos y que ahora ¡vuelva locos a tus sobrinos! Sí, porque SIGUE DANDO CLASES. ¡¿Cómo es eso posible?! No lo entenderás si no lo has vivido.
Así como probablemente no entenderás ninguno de los siguientes 23 puntos; son situaciones con las que todos los que hemos vivido en provincia nos sentiremos completamente identificados.
Una cosa es segura: AMAMOS nuestro “pueblo” y no podríamos estar más orgullosos de nuestras raíces.