Si tuviste padres muy estrictos éste será el momento en el que te desconectes de los que estás haciendo y hagas un recuento de tu infancia. Estas 20 razones te harán recordar cómo fue tu niñez junto a unos padres con nivel militar de enseñanza.
No sabemos si después de que veas esto te dé nostalgia o coraje por todo lo que no pudiste vivir.
1. No podías hacer ni la mitad de lo que tus amigos hacían
Las fiestas y las salidas a los clubes nocturnos estaban prohibidos. Olvidate que te hayan dejado alguna vez hacer una pijamada o asistir a alguna de ellas en casa de alguien más.
2. No podías llevar a tus amigos a la casa
Y si los llevabas, tenían que pasar el filtro de preguntas y hostigamiento.
3. La respuesta a todos los permisos: ¡NO!
No sé cómo ni por qué, pero los padres siempre tenían un pretexto para decirte que no a todo. Simplemente te hacían creer que nunca confiaban en ti.
4. Mentías para poder salir
Y terminabas sintiéndote muy mal por saber que ésta era la única forma de divertirte, por lo que terminabas diciéndoles la verdad; que era igual a estar un mes castigado en tu habitación.
5. ¡Te voy a lavar la boca con jabón!
A quienes maldecían, literal; te hacían lavarte la boca o mínimo te volteaban la cara con una buena bofetada, por grosero
6. Vestirte igual a tu hermano no era una elección
Era obligación, solo te podías vestir como ellos te decían. Olvídate que pudieras escoger tu ropa.
7. Cuando les entregabas tus calificaciones
Si no cumplías con la expectativa, los regaños, castigos y tareas extraescolares era lo único que conocías por las tardes de tu vida, mientras no mejoraras tus notas.
8. Ver la televisión era como cuando te vestían
Sí, ellos elegían lo que podías ver y no lo que estaba estrictamente prohibido. Le dijiste muchas veces adiós a Naruto, Los padrinos mágicos, Bob Esponja y así sucesivamente… La lista era larga.
9. No, no confiaban en ti
Siempre que salías con tus amigos terminaban recibiendo llamadas de tus padres para comprobar si estabas con ellos y no te perdieras en algún otro sitio.
10. No tengas sexo antes el matrimonio o Las drogas son malas
11. Tu vida social era un secreto
Como siempre se quejaban de tus amigos, lo mejor era no decirles quiénes son o dónde los veías.
12. ¿Quedarte en cama hasta tarde? ¡Jamás!
Incluso si era domingo, debías levantarte temprano, tender tu cama y sentarte al desayuno. Dormir un poco más solo te convertía en un vago perezoso.
13. ¡Mientras vivas en mi casa se siguen mis reglas!
14. Amenazabas con abandonarlos
Cada semana era lo mismo una vez que fuiste adolescente. Pero sabías que todo seguiría igual, no se te ocurría otra defensa.
15. Fuiste la burla de tus amigos
Siempre se burlaban de ti porque no podían creer que tuvieras a los padres más estrictos del mundo.
16. ¿Permiso para tatuarte o perforarte? ¡Ja!
Ni aunque vendieras tu alma al diablo lo conseguirías, pero no perdías la esperanza, sólo llorabas con la esperanza de ser rebelde algún día.
17. Te arriesgaste a desobedecer
Pero fue como desatar la furia de Satán, no te quedaban ganas de volverlo hacer porque las consecuencias eran severas.
18. Los permisos de salir eran hasta las 10 de la noche
Siempre te perdiste la mejor parte de la fiesta. Cuando todos llegaban no te quedaba más que decirles “Adiós amigos, se divierten por mi”.
19. Ver a tus amigos con padres liberales
20. Tampoco pudiste elegir tus golosinas
¿”Sabes todo el daño que esto te hace?”, te decían. Y así le decías adiós a tus frituras con limón y sal.