A pesar que te esfuerces por educar a tus hijos, darles de comer, enseñarles el valor de la responsabilidad, el respeto y la determinación, acabarás por arruinar su infancia de una u otra forma.
Te sorprenderá que esos pequeños errores que cometes y que crees insignificantes realmente son los que más le afectan a tus hijos, y por los que eres considerado un idiota.
Nadie dijo que los hijos venían con instructivos.