A todos los adolescentes les da vergüenza ser vistos por sus amigos junto a sus padres. Y a Rain, un joven como cualquier otro, le incomodaba que Dale, su padre, saliera todos los días a despedirse de él cuando iba a la escuela, por lo que le dijo a su madre: “por favor dile a mi padre que no vuelva a salir a despedirme”; pero su padre (un señor con mucho humor y amputado de una pierna) decidió darle una ingeniosa lección.
Dale, sabiendo que a su hijo le daba vergüenza, decidió que no sólo iba a salir cada día a despedirlo a la parada del autobús, sino que lo haría de la manera más divertida y ridícula posible.