Hacer pipí o popó son dos actividades completamente naturales y sanas, todos lo hacemos, incluso los bebés. Para nadie es un secreto que todos hacemos ciertas expresiones cuando nos encargamos de depurar: primero, tenemos cara de concentración; después, tenemos una expresión de que sabemos lo que está por venir y, finalmente, ponemos cara de alivio y descanso. Pues esas mismas caras hacen los bebés.
Algunos se ven tiernos; otros, graciosos y, unos más, te hacen compartir su sufrimiento.