Uno de los momentos más significativos de la vida, según las madres, es el parto. Sabemos que ahora existe la opción de la cesárea para el nacimiento de los bebés, pero muchas mujeres continúan prefiriendo el método natural pese a los incómodos y peculiares momentos que te presentamos a continuación.
1. Sentir que vas a pasar por la experiencia más aterradora del mundo
2. Pujar tanto que no sabes si lo que estás expulsando es el bebé
O definitivamente, sí… eso mismo pensamos nosotros… ¡iuck!
3. Desesperarte ante el lentísimo proceso de dilatación
Sientes que cada minuto se convierte en una hora e incluso has llegado a pensar que es un castigo divino, ¡qué dolor y desesperación!
4. El miedo de todas: temer al morir desgarrada
5. Sentir que estás en un museo ante tantos médicos observando
Al parecer tu vagina nunca había sido tan interesante hasta el momento de la dilatación… Ni hablar.
6. Y nunca faltan los curiosos estudiantes que participan como ayudantes
Escuchar frases como: “¡Mira cómo está dilatando!” con una tremenda cara de asombro ¡jamás lo olvidarás!
7. Lamentas no haberte dado una afeitada previa
8. Enojarte y no soportar las voces de todos hablando
9. Nunca hay suficiente agua fría ¡¡¿Por qué?!!
10. Sentir contracciones tan fuertes y tan seguidas que imaginas que en cualquier momento te vas a desmayar
11. Convencerte a tí misma de que es el último bebé que tendrás
Pero un vez que pasó el primer mes, recuerdas la bella experiencia que viviste y comienzas a replantearte la pregunta.
12. ¡Odias las preguntas estúpidas! ¿Te duele?
¡Claro que duele! Tu rostro dice más que cualquier respuesta que pudieras dar.
13. Sentirte aliviada cuando escuchas que ya se ve la cabecita
14. Darte cuenta de que ahora viene el cuerpo completo del bebé
Admítelo, en este justo momento lo estás recordando y ¡te volvió a doler!
15. Ese momento incómodo en el que te muestran la placenta
16. No sentir tus piernas debido a la anestesia
17. Sentir las fastidiosas costuras
Y no poder hacer pis con la misma naturalidad…
18. Cuando te enteras de que les ponen gorritos porque los bebés salen con cabeza de cono
19. Tener que usar ropa interior gigantesca durante los días siguientes
Y parecer que ningún pañal, toalla sanitaria o envoltorio será suficiente con el mar de sangre que traes desde tus entrañas, porque jamás imaginaste que pudieras ser capaz de eso sin desangrarte.
Pero qué importa, al final sabes que haber pasado por esta experiencia, fue lo mejor que te pudo sucedido en la vida.