¡No estoy enojado, esta es mi cara! ¡No te odio, sí me causó gracia tu chiste! Estas son frases que constantemente tienes que estar repitiendo a todo el que intenta entablar conversación contigo, y por lo tanto terminas cansándote de tantas preguntas absurdas y buscas un momento de soledad.
Las personas no entendemos las formas de expresión de otras, así nos pasa con la gente como tú: con una cara de seriedad tremenda. Seguro te identificarás con alguno de estos momentos, así que relaja el ceño y practica tu sonrisa.
1. Piensan que siempre estás molesto
2. Todos imaginan que los odias
3. Les da miedo iniciar una conversación contigo
Pues pareciera que nunca tienes interés en sus pláticas.
4. Juras que sonríes, pero no… no lo estás haciendo; tu esfuerzo es vano
5. Por lo mismo, estás cansado de que te pidan una sonrisa para la foto
6. Odias que te pregunten si estás molesto por algo, cuando no hay razón para estarlo
7. Por tu mirada intensa, evitas el contacto visual con extraños
8. En reuniones te agota tanto tener que fingir una sonrisa, que terminas por no sonreír
9. Tu felicidad no se nota a simple vista
10. Tú: callado /ellos: de seguro nos ha de estar maldiciendo
11. Los lentes de sol no son para ti, te ves más serio de lo que ya eres
12. De audicionar para una película, sabes que te darían el papel de villano
13. No te hacen bromas pesadas: les da terror tu reacción
14. Desde que tienes uso de memoria, tu rostro siempre ha sido más serio que el de los demás
15. Te ríes, ¡claro! Pero no eres de los que se ríen por cualquier cosa
16. Sólo tus verdaderos amigos saben cuando estás enojado
17. Nadie sabe interpretar tu rostro, eres un misterio
18. Tu cara le da un sabor natural a tus chistes sarcásticos
19. Tiendes a ser juzgado y que te odien al instante; no puedes evitarlo
20. Un punto a tu favor: te molesta menos gente en la calle
21. Antes de pedirte un favor lo piensan dos veces
22. Los que te conocen saben que eres atento, cordial y sabes disfrutar de la vida
Tienes una vida social normal, pero las personas por lo regular te estigmatizan como una persona alejada de la sociedad a la que no le interesa convivir con los demás. Sin embargo, se pierden de lo agradable que puedes llegar a ser. Lo tuyo no es buscar a la gente, sólo disfrutas de quienes te alcanzan a valorar.