Tal parece que todos expresábamos nuestras emociones más abiertamente cuando éramos niños. Los niños no pueden ocultar lo que sienten; si quieren reír o llorar, sentirse sorprendidos o indignados, asustados o inspirados, lo hacen.
Es por eso que nuestros padres siempre buscaron la oportunidad de registrar nuestras emociones tanto como fue posible junto a nuestras mascotas de entonces. Y es que no se trata sólo de que los niños hagan mil gestos o travesuras, resulta que una gran cantidad de animales hacen lo mismo. Checa las siguientes fotografías y entenderás de lo que te estamos hablando.