A las mujeres les encantan las compras, no importa si es ropa, accesorios o artículos para el hogar; son el más fuerte mercado de consumo para los que venden, ya que es más fácil llamar su atención con productos o servicios novedosos.
Los hombres, por su parte, también compran, sólo que ellos son prácticos; compran lo que necesitan, tal vez no tienen la misma indecisión que las mujeres para comprar algo, y mientras les guste o sea lo que buscaban, se lo llevan.
Al sexo femenino le gusta medir, buscar, comparar; por esta razón le lleva horas comprar algo, tiempo que para ellas no es perdido, pero sí para un hombre, que tiende a ser aburrido y cansado acompañarlas.