Ha llegado el verano y nuestros hijos están de vacaciones, pero muchos de nosotros no corremos la misma suerte. El estrés de tener a los niños en casa de tiempo completo, y a la vez tener que continuar con nuestras actividades diarias, puede ponernos nerviosos, incluso estresarnos.
Sin embargo, hay que ver el lado positivo de la situación: en lugar de querer que todo esté ordenado, será mejor que nos dejemos llevar por las travesuras de nuestros pequeños y disfrutemos de su compañía, y así volvamos a sentirnos niños, al menos por esta temporada.