Cambiarse de casa nunca es fácil, cuando estás empacando te das cuenta de toda la basura que tienes y que no usas. ¡No tienes idea de dónde salen tantas cosas pero lo peor es que siguen apareciendo más y más! Así que una ayudadita nunca está de sobra, por eso cuando un amigo o familiar se ofrece a echarte la mano es muy bien recibido.
Aunque eso sí, tienes que tomar en cuenta que eso de la mudanza no es como lo platican las películas… Es muy diferente. Probablemente las expectativas que tienes serán muy diferentes a como en realidad se dan las cosas, así que más vale que estés preparado.