¿Alguna vez te ha pasado que compras un producto y al momento de abrirlo no es exactamente lo que el empaque te hacía creer? ¡A nosotros también! Y no es exclusivo de algún producto en específico, va desde juegos para niños, comida y ropa, hasta pasta de dientes y suplementos alimenticios.
Como consumidores francamente ya no sabemos ni qué creer, pues las empresas harán cualquier cosa (y dirán cualquier mentira) con tal que les compremos su producto. Para muestra, un botón: He aquí 23 ejemplos de por qué JAMÁS debes confiar en lo que dicen los empaques. Con esto seguro verás las cosas 2 veces antes de comprarlas.