Hay cosas que duele decir que hicimos alguna vez: gustos culposos, cosas no tan cool y algunas de muy mal gusto, pero también varias de ellas eran muy divertidas que morirías de risa si las vuelves a hacer o vivir, sabemos que tarde o temprano te sentirás identificado con una de ellas, porque todos tenemos un chico de calle muy dentro de nosotros.