Dicen por ahí que lo espontáneo siempre resulta mejor y estas fotos son la prueba irrefutable. No podemos negar que las fotos como fueron pensadas inicialmente podrían haber salido geniales, pero hubo unos individuos que, aunque no fueron invitados, decidieron colarse -algunos de una forma más sutil, otros fueron más obvios-. ¡Robaron cámara!
¡Son los mejores photobombs de la historia!