Errar es de humanos. Todos hemos cometido faltas ortográficas, no es un pecado; hemos sido víctimas del descuido o de la ignorancia, pero con mucha paciencia, lectura y práctica constante es posible mejorar.
Sin embargo, algunos delincuentes de la escritura caen constantemente en las redes de ”no me importa escribir bien” y como resultado aparecen algunos anuncios o carteles como los que verás a continuación. Los han redactado tan mal que es posible que tengas sentimientos encontrados como llanto y risa, de cualquier manera míralos para que por lo menos identifiques lo que nunca debes hacer.