Cuando tienes alma de artista puede ser muy difícil concentrarte en las clases, no logras avanzar mucho en las notas y parece que mientras más habla el profesor en ese monótono ritmo más te desconectas del tema inevitablemente.
A estos alumnos les pasó lo mismo, se aburrieron tanto que no encontraron otra cosa qué hacer más que vandalizar sus libros. Tal vez debamos decir que esto no se debe hacer, pero los resultados son tan geniales y divertidos que esperamos toparnos con más obras de arte y creatividad. ¡Tienes que verlos!