Seguramente alguna vez te ha pasado: quieres arreglar tu carro pero en lugar de gastar todo tu dinero en una simple reparación, un amigo te dice “no te preocupes, yo conozco a alguien que lo hace más barato”, y tú, confiado, dejas a tu preciosa máquina en sus manos. El problema es que en lugar de arreglarlo lo deja peor.
Estos mecánicos hicieron todo lo que sus clientes les pidieron, aun así los dueños se arrepintieron porque el resultado no fue lo que esperaban.