Los vendedores prometen mucho más de lo que ofrecen. Cuando compramos un producto, sea cual sea, tenemos la expectativa de que ese artículo se parezca a la imagen de la caja, pero lamentablemente la mayoría de las veces no es así.
La publicidad engañosa siempre hace de las suyas y suele jugar de la manera más cruel con nuestros sentimientos, como en el caso de estos productos que no cumplieron con las expectativas de quienes los adquirieron y resultaron ser un fiasco.