Cuando tienes un hijo pequeño no importa si eres un albañil o la reina de Inglaterra, debes pasar por situaciones incómodas, comer lo que dejan en sus platos, desvelarte, ensuciarte y ver 20 veces la película animada de moda.
Estas celebridades demuestran que ni el glamour ni la fama los salvan de las ocurrencias y travesuras de sus hijos, y es precisamente eso lo que hace más divertida su vida.