¿Recuerdas tu primer día de clases? Seguro estabas emocionado de emprender una nueva aventura, conocer a otros niños de tu edad, hacer amigos y hasta te emocionaba estar por unas horas fuera de la vista de tus padres. Con el tiempo, de hecho quizá el mismo día, te diste cuenta de que no todo era miel sobre hojuelas y tuviste un desencanto. Suerte la tuya que en ese tiempo no había Facebook, sin embargo, estos niños no corrieron con la misma suerte.