Cuántas veces nos hemos conmovido en casos en los que un foráneo recibe ayuda por parte de alguien con un gran corazón, que comprende lo difícil que es viajar desde tan lejos y sustentar los gastos básicos de vivienda y alimentación en el extranjero…
Pues en esta ocasión la ayuda se invirtió; un bondadoso “mochilero” le tendió la mano a un vendedor de flores que trabajaba en las calles para poder ayudarle a su mamá. El pequeño comerciante de jazmines es tan pobre, que ni siquiera traía zapatos puestos cuando llegó con el chico turista, quien de inmediato notó sus pies callosos y lastimados por las largas caminatas bajo el sol y accedió a comprarle todas las flores que le quedaban; su benevolencia no acabó aquí, también lo invitó a entrar a una tienda deportiva para que eligiera un par de tenis nuevos.
Sus pies estaban llagados y sucios por caminar descalzo
Agradecido, el niño miró el aparador y eligió modestamente un par de tenis que estaban en descuento; el joven extranjero le dio libertad para escoger los que más le gustaran, pero él se decidió por los más económicos y sencillos. ¡Lo único que anhelaba era probárselos y sentir la suavidad de un par de suelas!
Todos alrededor contenían las lágrimas
Los testigos de aquel acto de bondad y gentileza, se conmovieron y sacaron sus celulares para compartir por medio de fotografías la bella historia que acababan de presenciar.
La dueña de la zapatería felicitó al extranjero
Y le encargó al pequeño vendedor de flores, que cuidara mucho su nuevo calzado para que le dure más tiempo.
El turista solo pagó, y no quiso dar explicaciones ni detalles
Muchas personas presumen sus momentos de generosidad en redes sociales, pero este joven viajero no pretendía llamar la atención.
Fue algo que simplemente le nació del corazón
Los administradores del negocio lo felicitaron y le preguntaron su nombre, sin embargo “el mochilero” se negó a revelar su identidad, decía que no quería presumir la ayuda que le brindó al niño, solo necesitaba que la historia se compartiera para que más personas se motiven para aportar su granito de arena cada que vean a alguien desafortunado.
Se hicieron grandes amigos
Según las cámaras y un guardia de seguridad, luego de comprar los zapatos, ambos fueron a comer juntos y el extranjero le compró un cambio de ropa nueva. ¡En definitiva fue el mejor día del niño!
¿Crees que debamos imitar la generosidad de este misterioso chico?