Es cierto que las historias de amor de nuestros tiempos son tan aburridas y poco creíbles como los estereotipados cuentos de hadas que nos contaban desde pequeños, pero de vez en cuando en Internet solemos encontrar una que otra sorpresa. Damos por casualidad con testimonios de personas que aunque no conozcamos, su final feliz es tan inspirador que de pronto una chispita se enciende en nuestro interior, intentando revivir la esperanza de nuestro frío corazón.
Por eso el blog The Way We Met, intenta alegrar su día y regresarles la fe en el amor a sus más de 382 mil seguidores, compartiendo experiencias de parejas ejemplares como la que conoceremos a continuación.
¿Alguna vez tuviste un romance en el jardín de niños? Este chico le pidió matrimonio a una niña, sin imaginar que al crecer ese juego de compañeritos terminaría volviéndose una realidad.
Ellos son Matt y Laura, a los 4 años de edad
El pequeño Matt conoció a su mejor amiga en preescolar. Desde que la vio, sintió haber encontrado un tesoro, y comenzó a seguirla a todos lados, hasta lograr convertirse en su cómplice. Largas horas de juego en los jardines de la escuela, divertidos momentos al hacer manualidades, incluso compartían el lunch y la hora de la siesta.
La primera vez que le hizo la gran propuesta
En ese momento estaba de moda la película animada de Disney The lion King, y ambos recuerdan hablar durante largas horas en la escuela sobre la película. Mientras ella le platicaba emocionada sobre sus personajes favoritos y los diálogos, él no podía dejar de verla. Dicen que esa sensación de enamoramiento infantil pasa una vez en un millón de años, y Matt no desaprovechó la oportunidad de declarársele, diciendo que algún día ella sería su esposa.
Siempre la hacía reír
Laura recuerda a Matt como el chico bobo que siempre decía disparates para hacerla reír, así que en ese momento no lo tomó en serio, creía que se trataba de una simple broma entre amigos, y rápidamente olvidó el asunto. Su entrañable relación les permitió pasar juntos experiencias muy bonitas; mientras Laura le enseñaba a montar columpios y dibujar colinas con los crayones, él no podía dejar de imaginar cómo sería el futuro a su lado.
El niño más fuerte
En su afán por impresionarla, buscaba todas las maneras posibles por demostrarle que era un gran niño, y como pasaban casi todo el tiempo juntos, no era difícil ganarse la admiración y el corazón de Laura. Recuerda en una ocasión haber golpeado con mucha energía la piñata en la celebración del 5 de Mayo que realizaban cada año en el kinder, romperla y emocionarse al darse cuenta de que había llamado su atención.
Caminos diferentes
Al terminar los maravillosos años de su etapa en el kinder, ambos tomaron caminos diferentes; sus padres los inscribieron a distintas primarias y tuvieron que afrontar el resto de su infancia y los principios de su adolescencia separados. Sin embargo, se reencontraron durante su primer año de secundaria, pues una compañera de Laura intentaba ayudarle a Matt a reconectarse con su vieja amiga.
¡Juntos de nuevo!
“Tenía muchas dudas sobre salir con él. Pero me estuvo enviando mensajes de texto y finalmente lo logramos”, Laura Scheel.
Gracias a la intervención de los amigos que tenían en común, comenzaron a salir como pretendientes, y luego de dos semanas se hicieron novios formalmente. La espera había valido la pena, porque lo mejor aún estaba por llegar.
Retomaron las aventuras
Los enamorados revivieron la inmensa alegría de su amor de la infancia, viviendo juntos las más divertidas experiencias y compartiendo momentos significativos en la vida de cada uno. Conociendo a la nueva Laura, Matt se dio cuenta de que seguía loco de amor por ella, como si aún fuera ese niño de 4 años que hacía tonterías para verla sonreír.
Ya nada los separó
Tuvieron que enfrentarse a nuevos obstáculos. Nuevamente ingresaron a instituciones educativas diferentes, pero continuaron viviendo su amor y nunca dejaron de apoyarse aunque fuera a distancia. Incluso viajaban largos kilómetros para hacerse compañía en esos días especiales.
De vuelta al jardín donde todo comenzó
Una tarde, Matt decidió llevar a su chica a dar un nostálgico paseo al jardín de niños en el que se conocieron. A pesar de que ella sí se imaginaba que su novio le tenía una sorpresa especial como un picnic o algo por el estilo, jamás le pasó por la mente que el chico se arrodillaría justo debajo del mismo árbol donde se le declaró por primera vez para pedirle formalmente matrimonio.
Y vivieron felices para siempre
Se comprometieron en Mayo del 2015, y en Diciembre del año siguiente cumplieron ese viejo sueño que surgió desde el jardín de niños. Ya no se escuchan historias tan puras y auténticas como la de Matt y Laura, ¿cierto?
Esta es la fotografía que compartieron con su historia
“Laura y yo nos conocimos en preescolar. Una de mis primeras memorias es cuando tenía cuatro años y le dije que algún día nos terminaríamos casando. Como niños, Laura me enseñó a montar columpios, dibujar colinas, y a comer tiras de queso derretido. Tenemos muy buenos recuerdos de cuando jugábamos al escondite, nos perseguíamos en el patio durante el recreo y nos quedábamos despiertos a la hora de la siesta. Estaba enamorado de ella como un niño, y lo sigo estando”.
-Matt Grodsky.