Holly Christensen es una mujer de 31 años de Alaska, es madre de 3 hijos y fue enfermera de oncología; sin embargo ahora se dedica a tejer pelucas de ganchillo hechas con fibras suaves para niños que han perdido su cabello a causa de quimioterapias para combatir el cáncer.
Holly empezó este proyecto cuando la hija de uno de sus amigos -Lily, de 2 años- empezó a tomar quimioterapias luego de ser diagnosticada con linfoma.
Debido a esto, Christensen pensó que sería bastante traumático para Lily perder sus largos rizos rubios; por lo que con el fin de animarla creó especialmente para ella una hermosa peluca de hilo en color amarillo. Como el cabello de rapunzel.
“No es fácil trabajar con pacientes que padecen cáncer. El otoño pasado, cuando me enteré de que a la hija de mi amigo le diagnosticaron cáncer, yo sabía que la quimioterapia le haría perder el pelo”
– Holly Christensen
Gracias a que recientemente las hijas de Holly se habían disfrazado de princesas, ella tomó la experiencia para hacer pelucas con hilados de colores.
Al regalarle esta peluca a Lily, su principal objetivo era mantener su cuero cabelludo cálido y protegerla con algo suave que además de darle un poco de color, alegrará su vida.
La peluca logró ser todo un éxito y de inmediato otras familias comenzaron a pedir pelucas similares para sus niñas con cáncer.
Christensen espera reclutar a algunas voluntarias que puedan ayudarle a crear pelucas de princesa especiales para niñas con cáncer como parte de su “Proyecto Mágico de Hilados”.
“Llevar algo de magia en un momento tan duro de su vida es muy gratificante, al igual que lo es conocer gente que quiere ayudar. La quimioterapia deja la piel muy sensible y delicada, por eso a algunos pacientes con cáncer no les gusta usar las pelucas tradicionales”
Christensen abrió un taller junto a algunas voluntarias que solo buscan ayudar o que quieren conseguir una peluca para algún miembro de su familia. También planea abrir su propio taller junto a su amiga Bree Hitchcock y otras chicas que están dispuestas a ayudar a pacientes con cáncer.
“Es increíblemente bueno escuchar que entre las voluntarias existe un grupo artesanal en una cárcel de mujeres que quieren ayudar”
Las pelucas están hechas con hilos blandos y diseñados especialmente para no irritar su cuero cabelludo.
Lo mejor es que las pelucas son entregadas de manera gratuita en algunos hospitales de Estados Unidos y simplemente se recauda dinero para material y apoyar a las voluntarias.
Desde que empezó este proyecto, cada vez son más las mujeres que se suman para ayudarla, por lo que Christensen se está dedicando a recaudar más dinero para más suministros.