Sheree Psaila, de 22 años, nació con una extraña condición genética conocida como artrogriposis múltiple congénita, en la cual las personas afectadas carecen de músculos. Sheree vive Australia y con solo 122 cm de estatura toda su vida ha sido un reto, desde pequeña ha sido sometida a múltiples operaciones que incluso llevaron a los doctores a sugerirle usar silla de ruedas; para Sheree eso no era una opción.
La valiente mujer siempre mostró deseos de superación: a los cinco años dio su primer paso y desde entonces no ha retrocedido. Decidió ir a la escuela en donde conoció a su esposo Chris, quien tiene una enfermedad en la espina dorsal, ambos encontraron compresión y sentimientos puros en el otro y se enamoraron. La boda no se hizo esperar y concretaron su amor en 2015, pero ahora se acercaba un reto más grande: ser padres.
Los médicos me dijeron que no podría tener hijos, pero no me explicaban por qué.
Según la opinión médica su condición ponía en peligro su vida y apenas le ofrecía fuerza en sus brazos, así que sería incapaz de tomar a su hijo. Sheree decidió llevar su plan de embarazo adelante y, para el asombro de todos, tuvo a través de cesárea a un hermoso varón completamente sano y sin ningún tipo de síndrome ni incapacidad.
Hay muchas cosas que no puedo hacer, como cargarlo cuando llora; siempre tengo que esperar a que alguien se encuentre cerca para que me ayude en las cosas más sencillas. Sin embargo, amo ser madre y disfruto cada momento junto a mi hijo.
Su testimonio sería para los médicos y las personas un milagro, pero para Sheere no se trata de eso, solo es vivir y ser feliz.