A pesar de tener solo 12 años, Nicanor Quinteros ya ha fundado una escuela en el patio de su casa para ayudarles a los niños de su comunidad y para alimentar a los necesitados.
Su abuela, Ramona Quinteros, quien siempre ha amado a su nieto y está consciente de su potencial humanitario y académico, fue la que tuvo la idea de que hiciera la escuela en su vivienda, ubicada en el barrio Las Piedritas 3, en Pocio, Argentima; además, es ella quien le ayuda a preparar los alimentos para los niños hambrientos.
Con láminas y palos construyeron el sueño de Nicanor
Cuatro años tardaron en construir cada una de las tres aulas de la escuela Patria y Unidad. Los salones están divididos por cortinas y en ellos hay niños desde primero hasta sexto de primaria.
Tiene 30 alumnos
Acuden allí para repasar lo que aprendieron en la escuela y también para adquirir nuevos conocimientos que en el sistema público no enseñan.
Es una escuela que tiene lo indispensable: biblioteca, botiquín de primeros auxilios, una campana hecha con un tambor de secadora, pizarrones de cartón, una bandera de Argentina y hasta un micrófono para entonar el Himno Nacional.
Hasta tiene una oficina de dirección
Hizo su escritorio con rejas de verduras y tiene una computadora vieja, sus textos de enseñanza y útiles para sus alumnos.
Durante el recreo, los niños toman su refrigerio
Pero a veces no es suficiente con el té y el pan que les dan, así que el nuevo sueño de Nico, como le llaman sus amigos, es fundar también un comedor, no solo para sus alumnos sino para todos los niños que lo necesiten.
Nico también va a la escuela
En las mañanas va a la secundaria y en las tardes imparte clase: “tengo que ir para aprender y así poder enseñar en mi escuela”, dijo.
Nico de grande quiere ser maestro
https://www.youtube.com/watch?v=5FqHMgdlSpM