¿Crees en el amor a primera vista? ¡Es difícil no creerlo cuando escuchamos historias como la que te vamos a contar hoy!
Cuando Leon Ashworth, de 10 años, acompañó a su mamá a hacer las compras en Asda, jamás se imaginó que se enamoraría a primera vista; no, no fue de ninguna niña, sino de un adorable oso panda de peluche.
Buscó en su bolsillo, pero no tenía suficiente dinero, así que le pidió a su mamá que se lo comprara, pero ella tampoco tenía; le dijo a su hijo que esperara dos semanas y se lo compraría. La cuestión era que… ¡solo quedaban dos osos! Al preguntar a la tienda si podían apartarlo, le dijeron que estaba prohibido apartar artículos… pero el pequeño Leon se las ingenió para hacerlo.
Este es el oso que cautivó el corazón de Leon
Y esta fue su original manera de reservarlo
“Mi mamá no tiene suficiente dinero para comprarme un panda, así que me lo va a comprar el próximo viernes 15 de junio. Por favor, no lo compren o me harán llorar. Muchas gracias de parte del futuro dueño de este panda llamado Pandy”.
¡Y entonces ocurrió algo increíble!
Cuando los empleados de la tienda lo vieron, no pudieron evitar conmoverse con la ternura e inocencia del niño, así que compraron a Pandy y compartieron la historia en el Facebook con la esperanza de que este pequeño y esponjoso panda encontrara a su dueño.
¡A encontrarle un hogar a Pandy!
“Encontrémosle su hogar a Pandy. Un niño realmente quería este osito y lo dejó en el pasillo de juguetes en Asda Hunts Cross y no lo hemos vuelto a ver. Vamos a ver si podemos ayudarlo compartiendo la publicación”.
Obviamente se hizo viral y un buen día la mamá de Leon, Debbie, vio la publicación y reconoció al oso y la letra de su hijo. Irónicamente, el pequeño Leon había llamado todos los días a la tienda preguntando por Pandy, solo que todavía no terminaba de ahorrar el dinero necesario para ir por él.
¡Pandy por fin pudo estar en los brazos de su dueño!
Cuando Debbie y Leon supieron lo que el personal de la tienda habían hecho por ellos les conmovió muchísimo y los emocionó hasta las lágrimas. Leon ya tenía el dinero ahorrado así que, en lugar de quedárselo, lo donó a Honeysuckle Bond, una asociación de caridad que apoya a familias que enfrentan la pérdida de un bebé. Y es que justo esa asociación había ayudado a su mamá y a su familia cuando en enero su hermano menor murió.
“¿Puedo darle el dinero a las señoras que cuidaron a Oliver? Porque hicieron un muy buen trabajo y tal vez puedan comprarles muchos ositos chiquitos como el que tenía Oliver. Se los pueden dar a los otros bebés que se van a ir al cielo”.
¡Increíble lo que un acto de generosidad puede lograr!
El giro de esta asombrosa historia es conmovedor y es increíble, cómo un sencillo y simple acto de bondad puede alcanzar a tener efectos inimaginables en otras vidas.