Freddie es hijo de Sarah Ivermee y tiene 4 años. Nació con una infección aguda por citomegalovirus, un virus que afecta desde el nacimiento. Después de un año, se le diagnosticaron daños auditivos que lo dejaron completamente sordo de un oído, además de una grave sordera en el otro.
Es por esto que cuando tuvieron que implantarle un audífono retroauricular. a Freddie, su madre madre ingenió una divertida manera de usarlo.
Freddie reaccionó de buena manera y nunca quería quitárselo. Además, Sarah empezó a escuchar comentarios de los otros niños en la misma situación que su hijo, pero a diferencia de éste, no querían usar sus audífonos por vergüenza o rechazo.
Así pues, esta madre del Reino Unido se dio a la tarea de investigar más acerca del tema y se dio cuenta de que no existía gran variedad de modelos que resultaran atractivos para los niños. Así que echó andar su idea, le dio forma y nacieron los primeros audífonos de superhéroes.
Los audífonos de superhéroes no son otra cosa que implantes cocleares tradicionales (encargados de transformar las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo) a los que simplemente se les añadió un diseño hecho con pegatinas y superhéroes de goma.
Lo que nació como una idea para ayudar a sus amigos y conocidos poco a poco se ha ido convirtiendo en una oportunidad de negocio para Ivermee. Ella lo dirige encantada y además cuenta con una tienda virtual en internet llamada My lugs, en la que no sólo encuentras los diseños estándar sino que también anima a todo aquel que quiera hacerse uno.
Sarah dice que todos los niños, incluyendo el hermano pequeño de Freddie, quieren usar audífonos a pesar de no ser sordos. Y que las personas le dicen frecuentemente a Freddie lo geniales que son sus audífonos, y él se siente muy orgulloso de usarlos.