¿Alguna vez te has puesto a pensar cuánto tiempo pierdes al decidir cómo vas a vestirte en la mañana? Probablemente se te ha hecho tarde para llegar a la escuela o el trabajo más veces de las que te imaginas.
Solemos perder demasiados momentos valiosos con detalles tan superficiales y sin importancia. Un buen atuendo no va a cambiar el mundo, incluso probablemente tampoco cambie nuestro día.
Esto no quiere decir que la moda no sea importante, ya que tiene una gran influencia en la cultura y, a su vez, dirige a la sociedad. De echo es en la moda donde el arte, la cultura y la historia se cruzan.
Por ejemplo, si recordamos la forma en como la gente se vestía en la década de 1960, se refleja claramente el movimiento de la contracultura y el sentimiento de inconformidad de la época. Esto se refiere a que la ropa nos dice mucho acerca de la sociología.
Sin embargo, al mismo tiempo nos hemos convertido en una sociedad excesivamente materialista y superficial. Sin ponernos a pensar que hay cosas mucho más importantes por las cuales preocuparse en lugar de la ropa.
Tal y como dijo el gran escritor estadounidense Henry David Thoreau: “Nuestra vida se está desperdiciando por los detalles… Simplemente, simplifica”.
Deberías preocuparte, principalmente, por las cosas pequeñas. Haz tu vida más fácil concentrándote en lo que realmente importa. Es por eso que muchas personas exitosas han adoptado esta filosofía en su rutina diaria.
¿Por qué muchos presidentes y directores ejecutivos usan lo mismo todos los días?
Te guste o no, el trabajo del presidente Obama es el más difícil del mundo. Como el líder del país más poderoso del planeta, tiene mucha responsabilidad en su manos. Sin importar lo que haga, siempre será criticado. En pocas palabras, tiene muchas cosas importantes en qué pensar antes de preocuparse por su guardarropa.
Esa es justamente la razón por la que el presidente Obama viste el mismo traje todos los días. Bueno, casi todos los días, aún no olvidamos la ocasión en que llevaba un traje en color beige. Aunque eso probablemente dice menos de él y más de nosotros.
Sin embargo, la mayor parte del tiempo Obama viste un traje azul o gris. En un artículo para la revista Vanity Fair, de Michael Lewis, el presidente explicó la lógica que hay detrás de esta rutina:
“Verás que siempre llevo trajes azules o en color gris. Trato de acortar mis decisiones, no quiero tomar decisiones acerca de lo que estoy comiendo o lo que voy a usar porque tengo muchas otras decisiones que tomar. Hay investigaciones que demuestran que el simple acto de la toma de decisiones degrada la capacidad para tomar nuevas decisiones”.
Stuart Heritage dijo para The Guardian que Barack Obama ha comparado su vestuario a tal grado de confianza que puede estar en cualquier situación y tomar decisiones que impacten directamente el futuro de la humanidad.
Y el presidente no está solo en esta práctica, también Steve Jobs dirigía su firma de alto nivel vistiendo pantalones vaqueros y zapatos deportivos todos los días. Por otro lado, Mark Zuckerberg viste por lo regular una camiseta gris con una sudadera de capucha negra y pantalones vaqueros. Así mismo, Albert Einstein compró algunas variaciones del mismo traje gris para no perder tiempo en decidir qué ponerse cada mañana.
Todos estos casos están relacionados con el concepto de la decisión fatiga. Esta es una condición psicológica real en la que la productividad de una persona se ve afectada por algo mentalmente agotador causado por decisiones irrelevantes. Esto quiere decir que las personas se vuelven menos eficientes en el trabajo por pensar en cosas como qué comer o vestir todos los días.
Por eso, personalidades como el presidente Obama, Steve Jobs, Mark Zuckerberg y Albert Einstein decidieron facilitar su vida creando un armario constante. Evidentemente se trata de algunas de las personas más exitosas y productivas de la historia, y tienen algo de razón en eso.
Incluso, tener una gran variedad de ropa está sobrevalorado. Desperdiciamos mucho tiempo preocupándonos por cosas que no tienen relevancia, y ni siquiera nos damos cuenta de la facilidad con la que podemos cambiarlo.
José Mujica, expresidente de Uruguay, rechaza la conformidad y se opone a usar corbata, argumentando que:
“La corbata es un trapo inútil que restringe tu cuello. Soy enemigo del consumismo, porque a causa de ese hiperconsumismo nos olvidamos de cosas fundamentales y desperdiciamos fuerza humana en frivolidades que no tienen nada que ver con la felicidad humana”.
Y tiene razón, la mayoría de nosotros nos obsesionamos con cosas materiales. Es por eso que la verdadera manera de adquirir una satisfacción es salir al mundo a fomentar cambios visibles y benéficos.
Podríamos considerar la opción de simplificar nuestras vidas un poco más al reducir el tiempo que dedicamos al pensar en aspectos inútiles de cada día, y en el proceso podremos darnos cuenta que nos encontramos menos estresados, más productivos y más satisfechos.