El estrés laboral, la rutina, las deudas, los roces con familiares o amigos que nos importan… y un montón de malas noticias en los medios de comunicación tornan nuestra perspectiva hacia la vida en el gris más triste que pueda existir. Nos volvemos seres negativos que van por la vida con la cabeza mirando hacia el móvil, distraídos de las hermosas maravillas que existen justo frente a nuestra cara
Y es que dejarnos sorprender va más allá de observar milagros y fenómenos asombrosos. Solo se trata de aprovechar nuestros 5 sentidos y poner atención a los detalles más simples, ya que son los que esconden el verdadero misterio de la felicidad.
Haz la prueba y recuerda los fragmentos aparentemente más insignificantes de tu día, ¿acaso no eres afortunado? Si te cuesta trabajo recordar esos pequeños privilegios que se te han otorgado por el simple hecho de existir, te los recordamos con las inspiradoras ilustraciones del artista franco-norteamericano Pascal Campion.