Con el fin de desafiar las leyes del marketing e incluir a personas de capacidades diferentes en el mercado laboral, en Asti, Italia se abrió el primer hotel atendido por jóvenes con síndrome de down.
El hotel Albergo Etico ofrece una experiencia innovadora que combina lo empresarial con lo social, ya que busca que sus empleados adquieran autonomía, aprendan a vivir solos, a gestionar sus cuentas y a trabajar juntos.
El proyecto está a cargo de la Asociación Albergo Etico, organización que es responsable de integrar al mercado de trabajo a personas son el síndrome desde el año 2006.
El hotel de tres estrellas fue inaugurado el 18 de junio de este año, pero tiene la meta de convertirse en cuatro estrellas dentro de un año.
El hotel dispone de 26 habitaciones, un restaurante con capacidad para 50 personas, un hermoso jardín e incluso con un espacio de coworking al aire libre para los clientes y los habitantes de la ciudad.
En promedio reciben entre 100 y 250 huéspedes, la mayoría procedentes de países como Estados Unidos, Argentina, Holanda, Francia, México, Irán, Hong Kong y Australia.
Este proyecto surgió después de que Nicolás, un niño con síndrome de down, fue contratado en el restaurante Tacabanda en Asti. La experiencia transformó su vida e inspiró a abrir más oportunidades para los jóvenes que padecen ese síndrome.
“La intención es formar a nuevos profesionales en el sector turístico de toda Italia, ayudándoles en la adquisición de la autonomía personal, paso indispensable para las personas con discapacidad de cara al mundo del trabajo”
– Asociación Albergo Etico
No hay límite de edad para trabajar en el hotel, ya que simplemente buscan el crecimiento personal y profesional de los empleados.
Antes de laborar en el hotel, los empleados asisten a un entrenamiento a la escuela local “Colline Astigiane” ubicada en el hotel.
En el curso aprenden todos los trabajos hoteleros impartidos por profesores, con el fin de que en un futuro puedan convertirse en formadores de nuevas generaciones.
Esperan difundir la idea en el mundo y tienen planeado invitar a organizaciones de Brasil y Argentina para compartir esta experiencia.
“El modelo empresarial de este proyecto pretende ser un ejemplo para el mundo, y a través de experiencias como la “cena en la oscuridad” (la cual consiste en que los huéspedes tienen que comer y beber sin ver) intentan redescubrir olores, sabores y ver la discapacidad como un recurso”
– Alex Toselli, gerente de Asociación Albergo Etico
Por el momento el hotel opera con cinco personas “normales” y diez personas con discapacidad. Pero en un futuro esperan ampliar su programa a otra tipo de enfermedad mental y social como el autismo.
La ciudad de Asti siempre ha mostrado su afecto por el proyecto, y ahora está buscando la manera de hacerlo crecer. El modelo de este negocio ha generado ganancias en la zona, ya que vale la pena el trabajo de inclusión y el éxito social.
Sin duda, una increíble idea para incluir a estas personas tan especiales en el ámbito laboral.