A manera de catarsis, la fotógrafa Katie Joy Crawford compartió las vivencias sobre su problema de ansiedad a través de la fotografía en una serie de imágenes al que tituló My Anxious Heart. En ella refleja cada uno de los momentos más difíciles que ha tenido que enfrentar a una década de haber sido diagnosticada con esta afección.
“Busco eco, me siento atrapada por la enfermedad”
Este proyecto surgió como parte de una tesis en el que también buscaba liberarse sin restricciones sobre lo complicado de vivir con esa angustia constante, además de hacer eco para ayudar a otras personas que la padezcan a no sentirse solitarias en su lucha, y que siempre hay un motivo para seguir adelante.
“Utilizando mis historias y experiencias, estoy captando la cruda esencia de la ansiedad. A través de este viaje personal, he crecido y encontré que la representación de mis miedos se ha convertido en mi terapia, así como una puerta de entrada para que otros expresen su opresión y comiencen su propio proceso de curación “.
Y así liberó su mente: a través de la aceptación.
1. El agobio
“Un vaso de agua no pesa. Casi no tiene importancia al tomar uno. Pero ¿qué sucede cuando no puedes vaciarlo ni tomarlo nunca más? ¿Y si hay que soportar su peso durante días, meses, años…? El peso no cambia, pero la carga sí. En algún momento no recordarás qué tan ligero era. A veces te esfuerzas por fingir que no está ahí. Y a veces, solo hay que dejarlo caer”.
2. Dormir y no descansar
“Me daba miedo dormir. Sentía pánico en la oscuridad. Pero, en realidad la oscuridad no me causaba miedo. Era solo el poquito de luz que proyectaba una sombra, una sombra aterradora”.
3. Perder la razón conscientemente
“Mi cabeza se llena de helio. La atención se desvanece. Como una pequeña decisión por tomar. Como una pregunta fácil de responder. Mi mente no me deja. Es como si miles de circuitos se cruzaran todos a la vez”.
4. Cuando respirar cuesta mucho
“Me dicen que respire. Puedo sentir cómo mi pecho se mueve hacia arriba y hacia abajo. Arriba y abajo. Arriba y abajo. Pero, ¿por qué siento como si me ahogase?. Tengo mi mano debajo de la nariz, asegurándome de que hay aire. Todavía no puedo respirar”.
5. Incapacidad de sentir
“Sensación de entumecimiento. Es contradictorio. ¿Puedo en realidad no sentir nada? ¿O es la incapacidad de sentir? ¿Estoy tan acostumbrada a ser insensible que lo he equiparado a una sensación real?”.
6. La mente una prisión
“Prisionera de mi propia mente, verdugo de mis propios pensamientos. Cuanto más lo pienso, peor es. Cuanto menos lo pienso, peor se pone. Respira. Solo respira. Fluye. Se va a aliviar pronto”.
7. El vacío incomprensible del estómago
“Es extraño, justo en la boca del estómago. Como cuando estás nadando y quieres poner los pies en el fondo, pero es más profundo de lo que pensabas. No puedes tocar el fondo y tu corazón se salta un latido”.
8. Heridas que parecen NO sanar
“El corte es tan profundo que parece que nunca va a curarse. El dolor es tan real, es casi insoportable. Me he convertido en este… este corte, esta herida. Lo único que conozco es este dolor; bocanada de aire, los ojos vacíos. Con las manos temblorosas. Si es tan doloroso, ¿por qué dejar que continúe? A menos que… Tal vez es todo lo que conozco”.
9. Cautiva del miedo
“Tengo miedo de vivir, tengo miedo de morir. Vaya manera de vivir”.
10. Destroza a pesar de la lucha
“No importa lo mucho que me resista, Siempre está ahí esperando para abrazarme, me cubre, me destroza. Cada día lucho, ‘no eres bueno para mí y nunca lo vas a ser’. Pero ahí está esperando cuando me despierto y con ganas de abrazarme mientras duermo. Te quita el aliento. Te deja sin palabras”.
11. Crece cada día más
“Fueron creados por mí y para mí. Creados por mi reclusión. Creados por la defensa envenenada. Están hechos de miedos y mentiras. El miedo a las promesas unilaterales y la confianza perdida por lo que rara vez se da. Se ha ido formando durante toda mi vida. Más y más fuerte”.
12. Las dos caras de la moneda
“La depresión es cuando ya no puedes sentir nada. La ansiedad es cuando sientes demasiado. Tener las dos es una guerra constante dentro de la cabeza. Tener las dos significa no ganar nunca”.”La depresión es cuando ya no puedes sentir nada. La ansiedad es cuando sientes demasiado. Tener las dos es una guerra constante dentro de la cabeza. Tener las dos significa no ganar nunca”.