La historia que voy a relatarte es tan conmovedora que los habitantes de Chicago donaron 280 mil dólares a su causa:
Fidencio Sánchez es un hombre de 89 años, migrante mexicano que vive en Chicago; aunque ya estaba retirado (como todas las personas de su edad deberían estarlo) se vio obligado a volver a trabajar para poder mantener a su familia.
En el pasado Fidencio tenía un negocio de paletas heladas en La Villita, barrio mexicano de Chicago. A pocos años de su retiro sufrió la muerte de su hija, por lo que debió volver a empujar el carrito de helados para poder hacerse cargo de sus nietas y de su esposa enferma.
“¿Qué voy a hacer? Tengo que pagar las cuentas”, pensó Fidencio
Entonces ocurrió un milagro, Joel Cervantes Macias, un hombre joven que visitaba su barrio en Chicago, vio a Fidencio vender paletas, se enterneció al observar cómo el anciano empujaba el carrito, trabajo que es difícil para cualquiera, pero más para un hombre de 89 años.
Joel le compró 20 paletas por 50 dólares
Normalmente Fidencio vende de 50 a 60 dólares, por lo que se sorprendió y le dijo a Joel: “Oh, wow, gracias, gracias”, pero Joel le respondió: “No, gracias a usted por ser un hombre tan trabajador”.
Luego Joel publicó la foto de Fidencio en Facebook, explicando la historia y mencionando cuán respetable hombre es. Un amigo de Joel le sugirió que iniciara una fundación para ayudar al anciano paletero.
El objetivo era recaudar 3,000 dólares, el cual se alcanzó en sólo tres días, ahora ha rebasado el cuarto de millón de dólares, dinero que será dado a Fidencio para que pueda tener un retiro digno.
Joel es dueño de un restaurante, esa es la razón por la que ver a Fidencio trabajando a esa edad le rompió el corazón. “Él ya no debería estar vendiendo nada, debería estar disfrutando de su retiro”, comentó Cervantes.
Joel cree que la foto tocó el corazón de las personas porque en el fondo todos aprecian el trabajo duro.