Conoce a la bella Ashley Soto, la chica más popular de Instagram gracias a su valentía al enfrentar el vitiligo con gran orgullo. Fue justo cuando cumplió 12 años que se dio cuenta de que esta condición terminaría con su autoestima.
Pasó 9 años buscándose
Hasta que vio la forma de canalizarlo en positivo
Un día comenzó a trazar con un marcador negro los bordes de sus manchas, y una gran avalancha emocional se le vino encima cuando subió la mirada y se postró frente al espejo. A partir de ese momento nada ni nadie le diría nada sobre su situación: ahí comenzó su reto.
Día a día publica en su cuenta de Instagram consejos de maquillaje para chicas con el mismo padecimiento que ella. Les muestra cómo sacarle provecho al maquillaje sin que dejen de ser ellas mismas y levanten su autoestima.
Les muestra cómo aceptarse y amarse tal y como son
“La única persona que debe amarse y aceptarse eres tú”.
Recurrió al arte como método de aceptación
A partir de ese momento, las inhibiciones por el “exótico” tono de piel quedaron atrás. Descubrió que no hay mejor belleza que la aceptación de nuestro ser tal como es. Así que convirtió su cuerpo en un lienzo único para demostrar que la belleza no es un estereotipo, sino una gama de matices únicos e irrepetibles.
“Nunca me di cuenta de lo hermoso que era mi vitiligo hasta que lo tracé con marcador negro”.
Y la magia ocurrió…
El miedo se fue
Y regresó la confianza, renació el amor propio
Ahora es un ejemplo de superación para los demás
“La idea de compartir en las redes sociales quién realmente soy me ha ayudado mucho. Todos hemos experimentado o visto lo cruel que pueden ser las personas, especialmente si están detrás de un teclado. Me tomó mucho tiempo mostrar mi verdadero yo. Pero ahora he decidido publicar fotos cuando me siento suficientemente fuerte y mentalmente capaz de manejar las reacciones cuando alguien habla de mi cuerpo”.
Un camino lleno de satisfacciones
A través de su galería de fotos, Crónicas de un marcador, que publicó en su perfil de Instagram, busca ayudar a los demás a que se acepten al 100 por ciento, tal y como le grita al mundo: “todos somos una obra de arte”.
“Ha sido una manera de demostrar que lo que otros perciben como sus defectos son en realidad lo que los hace hermosos y diferentes del resto”.