En el mundo hay chicos que, además de ir a la escuela, tienen otras obligaciones. Desde jóvenes comienzan a ayudar en el quehacer del hogar; otros consiguen un empleo para apoyar con los gastos, o aquellos que iniciaron una familia muy temprano. Sus vidas se vuelven demasiado ajetreadas y no descansan lo suficiente.
Es difícil que en su camino encuentren a personas empáticas que se pongan en sus zapatos y comprendan las dificultades a las que se enfrentan todos los días. Sin embargo, todavía hay quienes se sienten conmovidos y tratan de ayudar.
Un profesor ejemplar
Este es el caso de una joven estudiante de Cheney, Washington, quien no soportó más y se quedó dormida en clase. Su maestro, el señor Monte Syrie, en vez de reprenderla, le permitió descansar en su silla por un tiempo.
Las razones
El maestro compartió la historia a través de su cuenta de Twitter, en la cual dio a conocer las razones para haber actuado de esa manera. Rápidamente se convirtió en un tema viral y recibió innumerables pruebas de apoyo y palabras de agradecimiento por su actitud compasiva.