El 11 de mayo de 2017 una ballena muerta sorprendió a miles de personas en redes sociales. El enorme animal varado NO era real, fue confeccionado principalmente de plástico, fue una colaboración de Greenpeace y Dentsu Jayme Syfu (empresa creativa) para aumentar la conciencia sobre la contaminación de los océanos. El proyecto se inspiró en las 30 ballenas varadas que fueron encontradas en las costas de Europa y Filipinas el año pasado. Esta impresionante estructura de 22 por tres metros hecha de desechos plásticos encontrados en el océano (bolsas, botellas, envases) fue elaborada por el equipo creativo y artistas locales, los cuales cuidaron los efectos realistas en cada detalle y textura.
El experimento social, fue develado la mañana del 11 de mayo en Sea Beach Resort de Naic, Cavite; inmediatamente se volvió viral y muchas personas lo confundieron con una ballena real. Mayo es el mes del océano y Filipinas presidió la cumbre de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) este año, por lo cual Greenpeace aprovechó la oportunidad para usar esto como un llamado a los líderes ambientales para que tomen medidas firmes y concretas contra la contaminación plástica.
Increíblemente, en una lapso de 24 horas, la petición en línea logró acumular tres mil firmas y varios medios de comunicación de Filipinas y Asia, dieron a conocer la historia. La instalación de ballenas muertas es el símbolo perfecto de la destrucción inminente de los océanos debido a la contaminación, estos desechos pueden superar la vida marina en el año 2050, aterrador ¿no? Creemos conciencia, ayudemos al planeta… Nuestro hogar.