Ed Moseley vive en una casa de asistencia, tiene 86 años y un corazón de oro. Y eso quedó demostrado cuando se enteró de una iniciativa que un hospital local estaba llevando a cabo, en donde buscaban voluntarios para tejer gorros para mantener calientitos a los bebés prematuros.
¡Ed sabía que tenía que formar parte de esto!
El único detalle es que no sabía tejer, pero no había problema. Dicen que nunca es tarde para aprender algo nuevo, y eso fue lo que hizo Ed. Decidió poner toda su energía en este nuevo proyecto y dedicarse a aprender. Le pidió ayuda a su hija y admitió que, aunque el inicio fue difícil y le costó mucho trabajo entender cómo hacerlo, lo consiguió.
Ya ha tejido 50 gorros
Y no solo eso, sino que ha inspirado a otros residentes de su casa hogar a que se sumen a esta iniciativa… ¡Ya han tejido más de 300 gorros!
Pero la cosa no terminará ahí…
Ed quiere tejer 30 gorros cada mes y, con su actitud y perseverancia, seguro lo va a lograr.