¿Qué no haría una madre por amor a sus hijos? Ada tiene claro que, por él, haría lo que fuera. Incluso ingresarse a sí misma en un asilo.
Ada es una mujer que tiene sus prioridades claras y sabe que jamás se es muy grande para dejar de ser mamá. Su hijo Tom tiene 80 años y ella 98, pero cuando él tuvo problemas de salud y lo ingresaron a un asilo, ella se inscribió voluntariamente para estar a su lado y cuidarlo.