El desinterés y la discriminación hacia los adultos mayores debería ser una preocupación social, ya que mientras unos gozan de juventud, fortaleza y vitalidad, en el mundo hay más gente vieja que joven, y realmente necesitan apoyo, no solo económico y médico, sino también emocional para así motivarlos a vivir felices y tranquilos durante sus últimos años de vida.
¿Qué tan lejos puede llegar alguien con solo acercarse y saludar?
Esta mujer demostró con su valentía, que nunca es tarde para fomentar nuevas amistades y que no importa cuán melancólico te sientas, superar la soledad depende de la actitud con que la afrontes. Es totalmente válido pedir ayuda, aunque solo se trate de apoyo emocional.
Ella se sentía sola y quiso hacer las cosas a la antigua
Señorita, ¿cree que podría considerar ser mi amiga? Tengo 90 años, vivo sola y todos mis amigos ya fallecieron. Me siento tan sola y asustada. Por favor, rezo por tener a alguien.
Esta fue la nota que Wanda le entregó a su vecina.
Esta adorable mujer se armó de valor y decidió comunicarse con su vecina, a pesar de saber que era mucho más joven que ella, y que probablemente ni siquiera tenía conocimiento de su existencia, ya que en 50 años jamás se presentó con el resto del vecindario.
La mejor carta que pudo recibir
La reacción de la joven Marleen Brooks no tuvo comparación. La noche que encontró la carta en el buzón, se conmovió tanto que comenzó a hornear pastelillos para presentarse ante su nueva futura amiga. Caminó muy entusiasmada rumbo a la casa de Wanda para tener su primera reunión.
Espero que no hayas pensado que fui muy estúpida por escribirte, pero tenía que hacer algo, muchas gracias por venir, llevo mucho tiempo viviendo aquí y no conozco a ninguno de mis vecinos.
Al calor de la plática, Marleen se enteró de que su nueva amiga no estaba completamente sola en el mundo. De hecho tuvo tres hijos, pero dos se habían mudado a otras ciudades y uno había fallecido recientemente. También se dio cuenta de que por su avanzada edad sufría insuficiencia cardíaca, y que necesitaba colocarse un tanque de oxígeno, por lo que antes de marcharse, le dio su número y le pidió que le llamara en caso de necesitar ayuda, no sin antes prometer visitarla al menos un rato todas las tardes. ¿Qué pasaría si más jóvenes pusieran su granito de arena como lo hizo esta chica?