El hinduismo es una de las religiones más complejas, no solo por sus 330 millones de deidades, sino por la filosofía mística y contemplativa que caracteriza a sus adeptos. Sus textos sagrados más recurrentes son los 4 Vedas, divididos en palabras de adoración y súplica a los elementos del universo y en la explicación para realizar los rituales y mantras. Los más de mil millones de practicantes de la tercera religión más popular en el mundo se encuentran principalmente en India y Nepal.
Más allá de la fe y las creencias metafísicas, esta religión compacta ritos y costumbres en una misma cultura sin principio ni fin, que aunque procede de varios pueblos, nos muestra uniformidad, entereza y una gran capacidad espiritual para meditar sobre la vida. En su admirable sabiduría, hemos encontrado estas siete recomendaciones que aplican para cualquier religión y persona, sea o no creyente, con las que aseguran podemos acercarnos más a nosotros mismos para lograr la paz interna.
1. Sé discreto con tus planes a futuro
Si tienes algún proyecto a realizar a corto o largo plazo, no tienes por qué divulgarlo con todo el mundo. Evita hacer comentarios al respecto hasta que sea un hecho, ya que los planes son castillos en el aire y pueden debilitarse si hay más de un intermediario.
2. No alardees tu caridad
Hacer obras buenas ilumina nuestro espíritu, el ser humano ha llegado al mundo para servir, mas no para vanagloriarse con ello. Es mejor atesorar para uno mismo la caridad, no presumirla.
3. No demuestres austeridad
Nada ganamos con exhibir nuestras miserias y necesidades, o victimizar nuestra condición. No es necesario compartir las limitaciones que cada quién sabe que tiene, pues si se está en armonía con lo poco que se posee, la prosperidad llegará sin ser llamada.
4. No presumas conocimiento
No es bueno compartir lo que no es pedido, en ninguno de los sentidos, pero sobretodo en el ámbito intelectual. La pedantería nos aleja de la espiritualidad, pero sobre todo, de nuestros semejantes. Si somos superiores en sabiduría, no hay por qué compartirlo, a menos de que alguien lo requiera y lo solicite.
5. No te llames a ti mismo héroe
Todo el mundo está superando pruebas difíciles alrededor del mundo en estos precisos momentos, así que no hay por qué sentirse especial ni autodenominarse héroe, mucho menos esperar reconocimientos y recompensas.
6. No menciones tus problemas
Las palabras son muy poderosas, y entre más resaltes tus problemas, se harán más grandes y difíciles de afrontar. Tus conflictos familiares le conciernen a tu familia, y los laborales a tu trabajo, no los expongas a dondequiera que vayas.
7. No hables mal de nadie
Si escuchas información negativa sobre alguien, no la difundas, y si tus pensamientos respecto a una persona no son los mejores, evita hablar mal porque se transformará en una nube que solo te perseguirá a ti, robando tu energía y tu fuerza.