Aunque parezca increíble, hay ocasiones en las que el padre es una figura autoritaria, cuyo único papel es pasarse los días trabajando para dar el sustento a la familia, pero sin involucrarse mucho emocionalmente con los hijos.
Ahora, sin embargo, los tiempos están cambiando y cada vez hay más hombres que dejan atrás los prejuicios machistas y son partícipes de las tareas del hogar y del cuidado de los niños. Aunque haya retrógradas que piensan que eso los hace “menos hombres”, los padres que están presentes en la vida de sus hijos saben que eso les permite disfrutar de momentos irrepetibles que los llenan de satisfacción.