La sociedad enfrenta un cúmulo de perversiones a las que es imposible no hacer frente cada vez que, por ejemplo, miramos la pantalla de un celular, entre el bombardeo de campañas publicitarias, hipocresía en redes sociales y alternativas poco éticas para alimentar el ocio, en lugar de vivir sin las ataduras que nos hemos puesto nosotros mismos ante la tecnología: esa especie de diosa venerada por todos los sectores de la población.
¿Qué estamos haciendo mal? De existir aún, ¿cuáles serán los límites que nos permitan distinguir entre la humanidad y la monstruosidad? Si piensas que el camino que el mundo está tomando no es aún tan alarmante, te invitamos a reflexionar sobre tus decisiones con estas 10 ilustraciones difíciles de ver y de aceptar en nuestro entorno.