Las marcas que aparecen en el cuerpo desde el nacimiento, o a raíz de alguna circunstancia de la vida, le dan un significado muy especial al transcurso de este camino en la Tierra, además de que hacen a la persona aún más auténtica de lo que ya es. Muchos desean esconder sus cicatrices avergonzándose de ellas, sin descubrir que la marca es especial y los hace distintos de los demás. Otros se lo toman más en serio y deciden darles un toque artístico que enarbole su particular marca.
Así, con la idea del portador y del tatuador, se pretende crear un tatuaje que más allá de cubrir la cicatriz, la haga tan original que forme parte viva del tatuaje. Puede ser tan infinito e ir desde una tortuga hasta un monstruo comegalletas.
He aquí 10 ejemplos de cicatrices que se convirtieron en un original tatuaje.
1. Un pájaro libre
Después de numerosas operaciones para restaurar el brazo de una lesión, las cicatrices quedaron ahí y qué mejor manera de hacerle frente que con un ingenioso diseño aprovechando la forma de la herida ya cicatrizada.
2. Lunar de nacimiento
Con los colores de este lunar fue posible crear una tortuga.
3. Una historia de vida
A manera de mapa del tesoro; una ingeniosa idea para utilizar una marca de nacimiento y realizar una pequeña búsqueda de… ¿un tesoro quizás?
4. Un hipopótamo
Un muy feliz hipopótamo que ahora tiene sus propias palmeras y lago solo para él.
5. El mapa de un mundo desconocido
Con la ayuda de una pluma, este chico dibujó el mapa de un mundo desconocido en su brazo.
6. Una galleta con chispas de chocolate
¿Quién dice que no puedes complementar tu tatuaje con personajes? Este es muy original.
7. Flores para cubrir
Para esconder una gran mancha se optó por unas hermosas flores que enorgullecen el brazo de quien las porta.
8. Un lunar mamut
Con mucho estilo y humor, se transformó es un divertido mamut un lunar muy particular.
9. Un Pac-Man real
Los lunares son tan únicos que el diseño para crear un tatuaje es muy extenso.
10. Ese lunar tenía un motivo
Un lunar de nacimiento se transformó en un peculiar búho… ¡quién lo hubiera creído!