Un buen anuncio publicitario tiene que meterse en tu mente, manipular tus emociones y hacerte desear que compres un producto. Suena a un plan maquiavélico y frío, pero es la realidad.
Mientras algunas agencias están casadas con las mismas ideas publicitarias que hemos visto una y otra vez, como si se atuvieran a una fórmula mágica que siempre funciona, otras dejan que sus empleados echen a volar su creatividad y los resultados son mejor recibidos por el público, como en los siguientes casos.