Los seres humanos estamos acostumbrados a estar despiertos 16 horas al día, dormir mínimo por ocho horas y a eso se le conoce como sueño bifásico. Pero existen formas de cambiar los hábitos de sueño para dormir menos horas y eso es conocido como el sueño polifásico.
Algunas personas duermen menos horas debido a alguna alteración de la salud o porque sus empleos requieren que estén despiertos por más tiempo. Cuando se trata de una decisión propia, las personas han cambiado radicalmente sus hábitos de descanso y ese cambio les ha traído beneficios, aunque también se ha dado evidencia de las desventajas de optar por el sueño polifásico.
1. Nuestro reloj biológico puede alterarse
El ritmo circadiano es nuestro reloj interno que marca el tiempo de los procesos metabólicos, digestivos y de sueño. El ritmo circadiano es bastante parecido en los miembros de la misma especie, pero el psicólogo J. S. Szymanski se dio cuenta de que algunas personas tenían patrones fisiológicos que variaban a lo largo del día. Especialmente notó esa alteración en las horas de sueño y para describirla usó el término sueño polifásico.
De hecho, los bebés tienen un ritmo de sueño polifásico. Esto quiere decir sencillamente que los bebés, y también las personas de la tercera edad, duermen a horas distintas a las que los niños, jóvenes y adultos acostumbran. También otros animales tienen sueño polifásico, por ejemplo, perros y gatos.
2. Al nacer y en la tercera edad, los humanos tienen sueño polifásico
El sueño bifásico se va aprendiendo poco a poco hasta volverse un hábito. Se sugiere que los seres humanos hemos adoptado ese ritmo debido a nuestro modo de vida social. Pero, en realidad, la fisiología del ser humano tiene la capacidad de volver a tener sueño polifásico y algunas personas han decidido cambiar sus rutinas para dormir menos.
Es común encontrar referencias sobre personas que tenían sueño polifásico como Leonardo da Vinci, Nikola Tesla o Salvador Dalí, y también es común que se diga que su ritmo de sueño les permitió convertirse en los genios más admirados por la humanidad. Pero en realidad esa relación entre la genialidad y las horas de sueño parece difícil de comprobar.
3. Se dice que Tesla dormía muy pocas horas
Las personas que deciden cambiar al sueño polifásico han dicho que existen pros y contras. Algunas afirman que se vuelven más productivas, que logran despertar sin necesidad de un reloj, tienen una alimentación saludable y, obviamente, pueden hacer más cosas en el día y la noche. Pero también dicen que hay desventajas como perder su vida social, dejan de asistir a reuniones y en algunos casos han tenido problemas de salud.
La medicina y otras ciencias de la salud están de acuerdo en que una privación de sueño es perjudicial para el organismo, pero también se toma en cuenta que todas las personas son diferentes y algunas sí están capacitadas para cambiar su ritmo de sueño. El doctor Piotr Wozniak recalca que en realidad no hay evidencia que apoye los beneficios del sueño polifásico.
4. No hay evidencia que asegure los beneficios del sueño polifásico
En general, el sueño polifásico es una reducción de horas de sueño en la noche, pero agregando siestas a lo largo del día. Existen diferentes patrones de sueño polifásico que se pueden adoptar, por ejemplo, las rutinas de sueño Everyman, Dymaxion y Uberman. La más conocida es la recomendada por el inventor norteamericano Richard Buckminster Fuller, que dormía 30 minutos cada seis horas.
El sueño polifásico es posible, pero no es para todos. Cada uno debe revisar qué necesidades fisiológicas debe cubrir y también consultar a un especialista si decide alterar los ritmos naturales del organismo.