Este árbol tiene 1400 años, pero su caída de hojas lo hace más bello que anciano.
Se tata de un árbol Ginko, también conocido como el árbol de los 40 escudos; y aunque no lo parece, en realidad es un fósil viviente.
Su especie ha permanecido por más de 200 millones de años, superó cambios climáticos abruptos y sobrevivió a la época de los dinosaurios, sin duda es un largo viaje el que ha recorrido por este mundo y aunque no es el más viejo del planeta sin duda tiene un gran recorrido en el tiempo.
Este árbol ginkgo fue plantado durante la dinastía Tang, entre los años 618 y 907 d.C. y forma parte de la lista nacional de protección de árboles de China.
La caída de sus hojas crea un espacio perfecto y es usado por los monjes para meditar.
El templo budista Gu Guanyin alberga esta belleza natural en el corazón de las montañas Zhongnan.
Cada otoño, a finales de noviembre se convierte en el perfecto centro turístico debido al magnífico espectáculo que representa la caída de sus hojas, éstas se convierten en un mar amarillo en el suelo budista, un precioso efecto digno de visitar.
Sin duda una belleza digna de admirarse y enamorarse una vez más de la naturaleza.