Hace 80 años que Puerto Rico no enfrentaba un fenómeno tan destructivo como el huracán María. Las consecuencias del paso de la tormenta no solo se pueden apreciar en la devastada isla de San Juan y en la interrupción a los servicios públicos; su categoría 4 y la velocidad de los vientos de 250 km por hora también golpearon con fuerza los corazones de los boricuas, quienes no han recibido la atención ni el apoyo suficiente por parte de las autoridades.
La prensa local asegura que hay más muertos, desaparecidos y heridos que los que se mencionan en los grandes medios de comunicación, muchos damnificados siguen sin poder comunicarse con sus familiares, las carreteras están bloqueadas por árboles o postes de luz y ni siquiera se tiene acceso al agua potable. Recuperarse de este duro golpe será difícil, y meteorólogos ya han anunciado que María se dirige a las costas de la República Dominicana, aunque con una categoría menos agresiva.
Estas imágenes muestran el avance implacable de la Madre Naturaleza.