Un fotógrafo aficionado de origen alemán cansado de observar siempre el mismo paisaje de su región decidió hacer algo para tener nuevos escenarios y así ampliar su portafolio, y no, no se cambió de pueblo, empezó a ver las maravillas que el lugar le ofrecía a lo largo de las estaciones del año. El hombre se dio cuenta de que no estaba explotando al máximo la belleza de su zona y llegó a la conclusión de que siempre hay nueva inspiración.
Si eres fotógrafo quizás estés subestimando todas las posibilidades que ofrecen los lugares que más frecuentas, hecha un vistazo a lo que este hombre ha logrado con solo esperar unos meses y diferentes horas del día, ¡el resultado es hermoso!